sábado, 1 de marzo de 2008

Un viaje por el edén perdido


"Ella conocía, pues lo había sentido en carne propia, lo poderoso que puede ser el fuego de una mirada. Es capaz de encender al mismo Sol.
Si Gertrudis miraba una estrella, de seguro que el calor de su cuerpo inflamado por el amor viajaría con la mirada a través del espacio infinito sin perder su energía, hasta depositarse en el lucero de su atención. Estos grandes astros han sobrevivido millones de añor gracias a que se cuidan de no absorver los rayos ardientes que los amantes de todo el mundo le lanzan noche tras noche. De hacerlo, se generaría tanto calor en su interior que estallarían en mil pedazos. Por lo que al recibir una mirada, la rechazan de inmediato, reflejándola hacia la Tierra como en un juego de espejos. Es por eso que brillan tanto en las noches"

¿Quién no puede quedar asombrado y encantado con estas románticas palabras? Así es como Laura Esquivel, a lo largo de la novela, con sus originales y deliciosas recetas de cocina, nos atrapa y nos lleva a recorrer unas divertidas y complicadas historias de amores y desencuentros, y momentos tensos de romance, de odio y enfrentamiento. Un hermoso libro que nos mantendrá continuamente en un permamente vaivén entre la tristeza, la esperanza y la completa entrega del amor. Para todo soñador, amante de los misterios y las vueltas de la vida, recomiendo este libro porque les aseguro que no los dejará de sorprender en ningún renglón, y estarán fascinados sentados en la punta de la silla intentando predecir el desenlace de esta maravillosa historia.


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