miércoles, 2 de abril de 2008

Los que luchan y los que lloran

Existen dos Cubas: la creada para la exportación y la auténtica, la que pugna por ser integralmente una república.
La primera, convierte al drama en pintoresquismo caribe con sargentos ascendidos a general y presidentes fantasticamente ricos que viven en el exilio fomentando revoluciones. La Cuba, uqe solo se concibe libre, mezclada con Coca Cola y con clima tropical acondicionado para turistas que hablan inglés.
Y existe la otra cuba: la que logró a fuerzas de actos heroicos y escalando sobre cadáveres destrozados, saltar la muralla de bolsas de azúcar y mostrar al mundo entero que las estridencias del cha cha cha no lograban tapar sys gritos de indignación. Que la isla de Martí era ocupada por un pueblo que luchaba tenazmente por recuperar lo que había ganado al ganar su independencia. Que había logrado que su revolución no fuera una revolución más en el Caribe, sino que se convirtiese en el símbolo de lo que puede la voluntad de ser libre, sobre la maquinaria opresora de una dictadura...
Contra todas las previsiones, a pesar de las violentas represiones, superando el terror sembrado con prodigidad de asesino millonario, la revolución cubana no podía ser sofocada y archivada. Los hombres se habían mantenido demasiado tiempo en el campo de batalla y la publicidad que había logrado su lucha era suficientemente profusa, como para despertar sospechas.
La Argentina necesitaba saber quién era el hombre que encabezaba la revolución en Cuba, qué era el Movimiento 26 de Julio, quién lo financiaba, y con qué fines. Querían conocer si realmente la causa de este movimiento merecía la adhesión de quienes querían la libertad de Latinoamérica; querían conocer si se daba en América Latina la desconcertante excepción de que una revolución en marcha hacia el triunfo no fuese financiada por el propio pueblo.

"Algunos dan la impresión que viven sólo porque es un hábito que no se pueden quitar"

2 comentarios:

Lucho dijo...

Me gustó mucho lo que escribiste.
Te mando un beso grande =)

Lucho dijo...

Buenas!
Paso a devolver saludos..como caí con lo de Cuba jaja, te voy a hacer caso y voy a leer ese libro.

El libro de Ernesto al Che es increíble, la verdad que la vida del Che es única. Ví en tu perfil que también leiste el libro de Eduardo Galeano "Patas para arriba", es excelente. =)

Ya que estoy, te recomiendo que leas "Todo o nada. La historia secreta y pública de Mario Roberto Santucho" de María Seoane.

Te mando un beso grandee
nos hablamoss